diciembre 10, 2013

Colibrí.

Se consume un cigarro en mis labios
y tus alas se extienden
para darme un abrazo.

El cielo se mira tan claro
navegando por el mar
tus alas sobre mis hombros
amándome a cada palpitar.

Quién diría que la raíz se enamoraría
de quién piensa y vuela con fuerza
de quién todo lo que toca y canta
se vuelve agua dulce.

Ahora se escucha la risa de los niños
que todavía nadan en tu sexo
se escucha el andar de la locomotora
traspasando tu laberinto con mi viento
haciéndonos sentir hoguera en invierno.

Explota tu emoción en todos mis amaneceres
borra las arrugas de mi cama con tu cuerpo
inunda mi habitación con tu color
rompe papeles con tus dientes porque son poesías de dolor
para que anochezcas en mis brazos
calienta con tus pensamientos mis sueños
e incendia mi cuerpo con tus manos.

Quién diría que el ave conquistaría
a quién cambia y teme
que pesarosa no sale de su interior
quien no gira ni se mueve
y no sabe como él siempre vuela alrededor.

Se vuelve a consumir un cigarro
tus alas no se abren más
me abrazan, me calientan
y vuelve a escucharse la risa de los niños
entrando en tu sexo.

Colibrí que hermoso vuelas
tus colores regocijan en mi habitación
te amo con tus alas transparentes
y mi cielo iluminado con tu amor.




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